Muchos países en desarrollo del mundo, en su estrategia geopolítica incluyen como elemento fundamental el asegurarse un puerto marítimo propio que sirva para alentar la exportación de materia prima interna en forma directa, con el mayor rédito económico posible, estimulando el comercio, el empleo y otras ventajas que hacen a un crecimiento más acelerado y sólido del país.
El vecino país de Bolivia perdió el beneficio de contar con una salida al mar al ser derrotado por Chile, en la Guerra del Pacifico que se desató entre estos dos países y Perú en 1879. Esta guerra otorgó a los victoriosos chilenos los territorios de la primera y segunda región, donde se encuentran las ciudades de Arica e Iquique, hoy polos productivos de excelencia por donde se realizan el 90 por ciento de las exportaciones bolivianas, cerrando limites con Perú directamente por la costa.
Luego el Estado boliviano aceptó por medio del
Tratado de Paz Amistad y Comercio, en 1904, la soberanía Chilena hasta la frontera con Perú, marcando así que la de Bolivia no tocaba el mar. Pero el tratado estipulaba el otorgamiento a los bolivianos del derecho de libre transito comercial por territorio chileno y sus puertos al Océano Pacifico.
Esta condición de mediterraneidad llevó a que Bolivia, entre otros factores, se convirtiera en uno de los países más relegados política y económicamente de América Latina.
El tratado de 1904 generó inestabilidad política y condiciones económicas adversas para sus intereses, según un comunicado que la Cancillería boliviana emitió para el centenario del tratado hace dos años. Durante ese periodo se iniciaron diferentes negociaciones para obtener soberanía marítima, la más cercana fue la propuesta de Estados Unidos de América en 1926 de cederle el puerto de Arica a Bolivia, la cual Chile acepto, pero que fue anulado por la negativa de Perú a la asignación; aludiendo a que no cedería territorio que antes perteneció a ellos para un tercero.
A partir del descubrimiento, en los últimos tiempos, de grandes reservas de gas en Bolivia y la asunción como Presidente Constitucional del líder cocalero Evo Morales en 2006 el reclamo por una salida al mar ha tomado un reimpulso y un nuevo rumbo que genera expectativas positivas para la región.
Morales reivindicó la importancia de poseer acceso al océano para el crecimiento y el desarrollo. Paz conseguir volver a negociar por vías diplomáticas está aplicando políticas internacionales diferentes a las que se venían realizando desde el vecino país.
Cambiar gas por la salida al mar es la premisa del líder cocalero, pero para ello está accionando sistemas en conjunto con Argentina, en cuanto a la renegociación del precio del gas y el uso de un candado en las ventas que se realizan de gas boliviano desde Argentina hacia Chile, para poner contra las cuerdas a este último.
La intención es proporcionar gas de los pozos de Margarita, en el departamento de Tarija para el uso domestico e industrial de Chile a cambio de obtener un corredor de 10 Kilómetros de ancho por 160 kilómetros de largo al Norte de Arica que convierta a Bolivia en un país costero, con puerto propio.
Esto parece asemejarse demasiado a lo que hizo el anterior presidente boliviano Mesa, pero visto de un plano más profundo Evo Morales está aplicando políticas de acción concretas, que están materializadas en la nacionalización de las empresas de hidrocarburos y la renegociación del precio del gas que se exporta a Argentina, país este que suministra gran cantidad del gas que consume Chile.
Dentro de esta política Bolivia hace reclamo justo sobre el precio del gas que importa a Argentina y aplica lo que se dado en llamar ¨ candado ¨ que consta de exigir para lograr un acuerdo en el precio de no revender gas a Chile, al menos el que viene del país trasandino.
A esto se agrega la postura que adoptará el Ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Solís Rada, quien admitió que en tres o cuatro años las autorizaciones para exportación a Chile decrecerán y no serán renovadas. Buscando así forzar a Chile a importar gas natural licuado de ultramar creando una fuerte presión en su economía, que lo llevará a negociar obligado ¨ gas por mar ¨.
Esta política aún no ha dado sus frutos directos, pero por ahora la balanza está inclinada a favor de Bolivia, por el apoyo que recibe de sus pares, el Presidente de Argentina, Kirchner, y el de Venezuela, Chávez, poniendo así el peso en la Presidenta chilena Bachelete que deberá buscar una salida lo más favorable para su país sin caer en posibles crisis económicas por falta de energía y gas.
Chile fuerte no al gas por mar.
Una reciente
encuesta para saber si los ciudadanos de Arica quieren ceder mar al país altiplanico do como resultado que un 95,82 por ciento adhiere al no de la propuesta. Dejando claro que la opinión de los habitantes que están en el lugar del conflicto y quienes son los que tienen la última palabra, es totalmente negativa para Bolivia.
En tanto el Gobierno chileno ya tiene una firme postura de defensa que consiste en no aceptar comenzar a pensar ¨ gas por mar ¨. Para el canciller chileno subrogante, Alberto Van Klaveren, esa posibilidad está absolutamente descartada.
¨ El gobierno de Chile no está dispuesto a negociar gas por mar. Nos parece una propuesta absolutamente descartable ¨, aseguró Van Klaveren.
En cuanto al aumento del gas a Argentina la ministra de minería y energía chilena, Karen Poniachik, aseguró que no se aplicará una política confrontacional, sino se buscará aclarar las condiciones del acuerdo que se contrajo entre ambos países. ¨ Nos parece complejo que, considerando que el gas que llega a Chile es argentino, se traspase a Chile el mayor precio que Bolivia le cobra a Argentina ¨, dijo Poniachik.
En definitiva Chile debe avanzar con cautela en este tema porque las autorizaciones de importación se congelarán y los efectos de la falta de gas ya son una preocupación seria para las empresas en el vecino país. Preocupación que nace por los recortes que se efectuaron en el gaseoducto GasAtacama que oscilaron un 85 por ciento en Junio pasado, superando ampliamente al 18 por ciento registrado en el periodo anterior, generando alerta para la promoción industrial de la zona norte de Chile.
Pero la señal de la negativa a reestablecer la negociación se reafirmo una vez más cuando Bachelet y su Canciller Foxley desautorizaron la visita de 5 parlamementarios oficialistas a La Paz, enfatizando que esa visita fue de carácter ¨ estrictamente personal ¨. Estos firmaron la Declaración de La Paz, en la que exhortan a establecer una relación ¨ innovadora y urgente ¨. Como aludiendo a la necesidad que tiene Chile de empezar a negociar con Bolivia un salida soberana al mar por recursos energéticos.
Pero Foxley se encargó de indicar que la declaración firmada ¨ los representa solo a ellos y no al gobierno ¨.
No podemos descartar la importancia que tienen en el mundo globalizado en que vivimos las organizaciones no gubernamentales para dar un punto de vista movido por los intereses del bien para la sociedad. Así fue que la creación de la Comisión Pro Comercialización de Salida al Mar para Bolivia con Soberanía, que tiene sede en Arica, tiene una postura diferente a la del gobierno. Su idea es comercializar un área tripartita con u control policial compartido, y desmilitarizada, para que Bolivia acceda al mar, recibiendo a cambio gas, agua y hasta un terreno equivalente cedido por los bolivianos.
Esta propuesta nace desde la recesion energética que está atravesando la región desde hace dos años. Recalcando que a futuro esa región necesitara del agua potable que también proviene de Bolivia y con el gas serán imprescindibles para el desarrollo. Esta no parece ser una idea descabellada ya que muchos sienten, en la región Norte, que el país se desarrolla al sur y los está relegando, y esto vendría a ser como obtener los recursos en forma directa para asegurar el desarrollo futuro.
Esta teoría parece trastabillar con lo que el ex dictador chileno , Augusto Pinochet, aseveraba en su tratado de geopolítica e que ¨ El hombre para su desarrollo requiere espacio, ocurriendo igual cosa con el Estado mientras este se encuentra en crecimiento, necesita abarcar mayores espacios ¨, y no cederlos. Este concepto es defendido por el gobierno chileno al no querer negociar con Bolivia ¨ gas por mar ¨. Pero falta esperar a ver que sucederá más adelante cuando su economía se vea fuertemente influenciada por la falta de recursos.
Argentina y Bolivia aliados naturales.
Las políticas de acción de Morales de estatizar los hidrocarburos llevaron a un acercamiento político-ideológico con el gobierno argentino de Néstor Kirchner y sus intereses en el desarrollo de su geopolítica. La aplicación del ¨ candado ¨ coloca a Argentina en un rol estratégico para la distribución gasifera, debido a que Chile y Uruguay dependen de nuestras vías de transporte para abastecerse del recurso.
El gobierno de Argentina apoya directamente a Bolivia y esto se ve materializado con la reciente firma del contrato para la venta de gas por un precio mayor de compra, demostrando una señal más que positiva a los intereses bolivianos de conseguir su soberanía marítima.
Con esta señal el gobierno argentino busca mejorar en post de sus intereses internos y externos. Haciendo un repaso, las ventajas para nuestro país son variadas, la firma del contrato de renegociación no cierra la cuestión sino que abre un abanico de posibilidades para el desarrollo interno y externo en cuanto a su economía.
La importación de gas boliviano será mayor, pasará de 5,5 millones a cerca de 27 millones de metros cúbicos diarios, llevando a que se mejore las condiciones tendientes a resolver la crisis energética de nuestro país. La cual se generó por la falta de producción local de gas y un acelerado crecimiento en la demanda por el aumento de la actividad económica.
Cabe aclarar que esto será realidad cuando se concrete la construcción del Gaseoducto del Nordeste Argentino (GNEA), que es otra de las ventajas que obtiene el gobierno. Con el convenio del gas la empresa eléctrica nacional Enarsa y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se asociaran para construir el GNEA que brindará el gas a la zona nordeste, que es la más relegada del país en desarrollo y crecimiento. Este proyecto presentado por la multinacional
Techint hace dos años sirve para administrar gas natural en el uso domestico y el consumo para el desarrollo industrial de la región.
Siguiendo esta línea de ventajas para el país, se podrá así prolongar la vida de las escasas reservas de gas que hay en nuestro suelo para más adelante, obteniendo de esta manera una posibilidad más ante una nueva crisis en el futuro. Si bien se afirma que seria más barato sacar el gas de aca que de Bolivia, esta postura rozaría con el límite de las ventajas y desventajas para nuestro país, por lo antes mencionado de resguardar más nuestra reserva.
La reciente afirmación de
financiar una planta para separar los líquidos del fluido en Bolivia, por parte del gobierno argentino, es otra forma de reforzar el vínculo y el compromiso que permitirá sostener en el tiempo la importación de gas hacia nuestro país.
Por ultimo Argentina busca analizar la construcción de una planta Termoeléctrica en suelo boliviano para su consumo, como también para exportar energía a Argentina, optimizando aún más la capacidad de consumo interno.
Dentro de lo que podría llamarse vagamente desventajas estaría la posibilidad remota de que Chile llegue a un acuerdo con Bolivia y este compre gas en forma directa, sin utilizar intermediarios de transporte. Esto se torna a corto y mediano plazo imposible, porque el gobierno argentino de turno, ha negociado con Bolivia de tal forma que el compromiso entre ambos países se presente como una alianza estratégica de desarrollo mutuo, sólida, seria y responsable.
En definitiva esta serie de planificaciones a largo plazo son un aliciente para la recuperación económica argentina, apostando con mayor cintura a uno de sus principales competidores como es el vecino país de Chile.